domingo, 4 de julio de 2010

El matrimonio de Afrodita

Aquí estoy, a las puertas de la iglesia, bajo la lluvia, tembloroso y desamparado.
Aquí estoy, tratando de mantener mi corazón latiendo solo por verte.
Aquí estoy, en el matrimonio de Afrodita... y moriré al acabar.
Aquí estoy, privado de su amor, sufriendo el dolor de nunca tenerle.
Padre le traigo el vino nupcial!, extráigalo de mi corazón.
Tal vez deba ser así, todo sueño tiene su fin, aunque no se realice es mejor así, al final ella es feliz.
Novio cuídala mejor, te regalo mis oídos para que la escuches.
Y tu... la que me robo el corazón por una ilusión te bendigo... Padre termine la ceremonia, demos inicio a mi funeral.

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